
Cada vez más colombianos invierten en finca raíz dada su creciente rentabilidad. En los últimos años, el sector inmobiliario en Colombia se ha venido consolidando como una alternativa de diversificación de portafolio para pequeños inversionistas.
Como muchos sectores, la finca raíz se comporta como un activo que puede puede garantizar ingresos y buena rentabilidad para cualquier persona. Sin embargo, también tiene sus riesgos.
“Generalmente, cuando se ven pequeños inversionistas tratando de incursionar en el tema inmobiliario, uno de los retos fundamentales es poder consolidar un monto importante para generar inversiones en segmentos diferentes a los de la vivienda”, señaló Mauricio Montañez, director de avalúos y consultoría de Colliers International Colombia.
Para María Clara Luque, presidenta de la Federación Colombiana de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas), el mercado de arrendamientos en el país es atractivo para invertir. Este nicho mueve cerca de $23 billones, un monto considerable que equivale a cerca del 3% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Invertir en vivienda para alquilar es un buen negocio debido a la creciente demanda, especialmente en los estratos 2, 3 y 4, de las principales ciudades”, dijo Luque.
Según Fedelonjas, el número de colombianos que vive en arriendo sigue creciendo a buen ritmo. Actualmente el 44% de los colombianos, de las zonas urbanas, viven en arriendo, es decir 4,9 millones de hogares viven en alquiler.
Si bien la vivienda es uno de los segmentos más relacionados con la finca raíz, también existen tipos de inversión en ‘segmentos corporativos’ como oficinas, locales comerciales y bodegas.
Uno de los principales problemas de este último segmento, según Montañez, es que existe una restricción para acceder a una base económica que les permita a los inversionistas tener una cuota inicial para poder comprar un activo como bodegas o locales.
“En tema de vivienda, en estratos 3 y 2, muchos inversionistas pequeños se han vinculado al sector porque han tenido la posibilidad de acceder a créditos y alivios tributarios propios de vivienda que han permitido acceder a estos portafolios, cosa que no ocurre con el segmento corporativo”, afirmó el experto.
El año pasado la valorización de inmuebles fue inferior a la que se había presentado en el 2016, la cual llegó a 5,48%, según cifras del Dane y Fedelonjas.
2017, un año turbulento
Según los expertos, el año 2017 no fue el mejor para la economía colombiana. El sector inmobiliario enfrentó “altibajos” que afectaron directamente la oferta y la demanda de rentas en varias regiones del país.“El 2017 fue un año con mucha turbulencia y cambios. Fue un año complicado para los inversionistas de finca raíz por muchas razones, entre ellas la disminución del consumo en los hogares, ya que repercute en la economía de los locales comerciales”, dijo el Director de Avalúos de Colliers.
De acuerdo con las cifras de Coordenada Urbana, en los últimos 12 meses, a octubre de 2017, la inversión de los hogares en vivienda nueva alcanzó los $32,4 billones, los cuales representaron un área comercializada de 11,6 millones de metros cuadrados y 174.373 unidades habitacionales.
Confianza
Si desea invertir activos que están en desarrollo o “sobre planos”, la idea es buscar una rentabilidad con la especulación con los precios de venta.
Varios expertos aseguran que se trata de un método muy complicado de desarrollar en un mercado donde existe mucha oferta y no es tan fácil volver líquidos esos activos.
A pesar de que se prevé que parte de las rentas de los inmuebles bajen este año, se recomienda concentrarse en superar el periodo de transición de la crisis que dejó el 2017.
”Viene una estabilidad para el 2018”, recalca Sandra Forero, presidenta nacional de Camacol, Valle.